En la costa oeste de Noruega hay una carretera atrevida en su trazado y muy bella por las zonas por las que discurre. Se puede recorrer, no sin sobresaltos, pero habrá que ver antes cómo está la Mar de movida y entonces atreverse a iniciar el camino. El trazado se ha proyectado de manera tal que es una sucesión de viaductos sobre el mar que van enlazando las islas costeras. Este trazado permite disfrutar de unos paisajes marítimos al volante de un turismo el cual recomendamos que no sea descapotable.
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