La cordillera del Himalaya es el macizo montañoso más alto del Planeta. Forma frontera con China, India, Nepal y Pakistán. Puedes comprobar en las fotografías que, vista desde el aire, se trata de una superficie enorme llena de montañas y glaciares. Las alturas máximas están por encima de 8.000 metros siendo la cumbre del Everest la mayor con 8.850 m. Aquí podemos contemplar las vistas de los catorce «OCHOMILES» asi llamados por los montañeros.
Cuando fui a Cañada de la Cruz me emocioné tan solo al ver las cumbres nevadas de La Sagra.Pensaba en la grandeza de Dios en la naturaleza y mi pequeñez.Hoy al ver,no al natural,que ya me hubiera gustado,pero en estas fotos que me habéis mandado,pienso en el sentido que tiene el monte en la escritura y por lo tanto para mí.Cada vez que en estos últimos años entraba en la tristeza o veía que mi cuerpo se debilitaba,ya desde la operación del cáncer de mama.de manera intuitiva(como casi todo en mi vida)le pedí a mi marido que me llevara al monte.El monte es el sufrimiento.Es Cristo quien sube al monte de las tentaciones y ahí es tentado por el diablo.Bueno dejando a un lado la Escritura,son preciosas.FASCINANTE¡
Tengo un amigo, de mi época de deportista universitario, que me contó su experiencia de haber corrido la Maratón del Himalaya.
Me emocionaba escuchándole las cosas que me contaba de aquellos parajes y las grandes dificultades de hacer esfuerzo físico en aquellas alturas.
Supo que la fortaleza de los sherpas viene de estar acostumbrados a respirar en esas alturas.
Desde luego que las montañas invitan a mirar hacia arriba y, como tú dices, ver nuestra pequeñez y la grandeza del Creador.
Me ha llamado la atención de tu respuesta al comentario mio cuando dices que la fortaleza de los sherpas les viene de estar acostumbrados de respirar por las alturas.Realmente y trascendiendo-como suelo hacer,aunque «tú me conoces menos»,el que se acostumbra a una cosa al final parece que esa cosa le cuesta cada vez menos trabajo.Quizás a estos alpinistas de tanto «andar por las cumbres»,ya sepan hasta correr por los escarpados,pero el problema se plantea cuando miran hacia abajo.Si el hombre que ha escalado hasta ciertas alturas y parece fortalecido se mira a sí mismo,mira hacia abajo,no tiene como único norte a Dios,entonces caerá,y si está demasiado alto la caída puede ser mortal.Por eso mirar hacia arriba es bueno,poner los ojos en las cumbres,pero no «encumbrarse»,que es lo que nos puede pasar a muchos.Además el alpinista ya sabe el camino,ya tiene sus puntos claves donde engancharse,ya sabe «mucho»,el problema está en que utilice esos puntos de manera equivocada y clave el palo en el sitio donde no corresponde…
Pero hay otro problema,el que sube y le coge el gusto a la montaña ya no quiere bajar.Por eso seamos prudentes en esto de los deportes de «altas cumbres».