Antes de que el motor de combustión interna de Karl Benz y Gottliet Daimler saliera al mercado, existió un automóvil que funcionaba a base de vapor. Fué en 1884 cuando se fabricó este vehículo, el más antiguo del mundo. En 1887, en una carrera de ida y vuelta entre París y Versalles (32 Km) fué el único en llegar a la meta realizando un promedio de casi 30 Km/h. Este automóvil necesitaba quemar papel, madera y carbón durante 45 minutos para almacenar vapor y tener suficiente autonomía. El vehículo fué subastado en 2012 y alcanzó una cotización de más de 4’5 millones de dólares.