Estamos viviendo años en donde las comunicaciones están cambiando los hábitos de las gentes, hasta el mundo de llegar a incomunicar el entorno más próximo. Hoy es posible conectar con todas las partes del globo en tiempo real, tanto en sonido como en imágenes. Sin embargo se produce un fenómeno curioso y es que la tecnología de la comunicación está dando lugar a incomunicación. Queremos llegar tan lejos con nuestros sofisticados aparatos que nos olvidamos de contactar con lo más cercano. Estampas como las que presentamos van siendo habituales en nuestro entorno y llegan a producir bochorno a cualquier persona normal. Cada vez es más habitual esa forma de proceder y los que no entran en ese juego se sienten extraños. Cuando los amigos se reunen, para muchos es más importante contactar con el que no está presente que con el que tienes al lado. Invitamos a reflexionar con estas imágenes y viñetas para que entendamos donde está lo importante.
VALORACIÓN
Así es, amigo Antonio … un mal como cualquier otro que requiere moderación y formación. Igual que tampoco podremos echar la culpa de los accidentes de tráfico a quien inventó la rueda, tocará adecuar el invento a una utilización sostenible.
Un abrazo fuerte.
Llevas razón Enrique
Hace pocos años yo me sorprendía de ver la naturalidad con la que algunas personas hablaban por la calle con su móvil. Hoy ya lo hacemos todos.
Es evidente que se está llegando a cotas inimaginables hace solo diez años.
Empiezan a ser excepciones los que se mantienen al margen de esta dinámica, como se ve en la diapositiva del andén de la estación, en la que se señala la cara de sorpresa de una persona rodeada de gente absorta con sus móviles pegados a su oreja.
Imagino que tendrá que recuperarse la cordura.
He conocido algún local en el que se avisa que no hay red wifi y se invita a conversar.
Creo que esto es una forma de esclavitud, en realidad cada dia que pasa más me afirmo » el hombre nació para ser esclavo».
Si alguién me pregunta si tengo movil u algo parecido, les contesto «yo soy una persona libre y por tanto no preciso de esas cosas». A continuación les pido me presten el movil para hacer una llamada, a lo cual acceden casi siempre. Seguidamente les digo: ves como no preciso tener un aparatito de esos ya que siempre hay un esclavo que se cree indepensiente y me lo presta.