Los aficionados a la navegación en el mar suelen soñar con barcos que permitan realizar grandes singladuras. El barco que presentamos es un yate de lujo del Príncipe de Mónaco en el que se han tenido en cuenta los más mínimos detalles. Damos un repaso a los mismos y constatamos que el lujo sobrepasa lo verdaderamente necesario. La ornamentación de sus dependencias llega a producir angustia por lo sobrecargado de la decoración utilizada. Es evidente que este yate debe de tener un elevado coste de mantenimiento y es propio de una Monarquía como la de Mónaco, que se asemeja mucho a la de los jeques árabes.
VALORACIÓN
Ver semejante despilfarro hace que uno se plantee donde está la linea que divide la libertad para usar tu propio dinero y la moralidad de esa utilización.
A mi me parece que este y otros casos la rebasan y si no es inmoral, por lo menos entran en lo obsceno.
Donde se queda la función social de la riqueza? y no hablo de ideas políticas, es cristianismo en esencia pura.
Yo creo que te quedas corto Ignacio.
Además de lo que dices, esa ostentación provoca en las personas normales un rechazo absoluto.
Pienso que en los aledaños de algunas Cortes Monárquicas, europeas y asiáticas, hay gente con la mente atrofiada que induce a estos despilfarros para conseguir el YO MÁS QUE NADIE.
Solo le encuentro un defecto :
Que no puede entrar en el «puertin» de Llanes(Asturias) .
En otro caso lo pensaría.
Me extraña que el yate del príncipe Alberto (que no rey) no enarbole el pabellón de Mónaco, y no creo que sea para ahorrar impuestos. ¿Estás seguro de la veracidad del documento?
Gracias Jose Juan, efectivamente no es el Rey de Mónaco pues en el Principado a su soberano se le trata como Príncipe.
En cuanto a la veracidad de la información, voy a investigarlo.