El desierto es un lugar inhóspito para la vida humana debido a una climatología extrema y a la falta de agua. Viendo las imágenes que se ofrecen en el documento adjunto descubrimos la belleza de los paisajes de estos lugares. La naturaleza ha producido las formas y colores con la ayuda casi exclusiva de la erosión del viento. Ninguna acción del hombre conseguiría algo semejante que llega a la fascinación de nuestra vista. No nos podemos imaginar lo que sería vivir en esos lugares y sin embargo sabemos que hay algunas tribus que pueden soportar esas condiciones, como los tuaregs (ver entrada 890). Lo más sorprendente de ello es que no se trata de una naturaleza estática pues el viento va modelando las formas y en el caso de las dunas, la variación se continuada mientras existe viento.
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