Hace ahora más de un siglo, el 21 de enero de 1910, el Río Sena empezó a crecer de manera espectacular y al día siguiente ya inundaba las calles de la ciudad. La crecida duró hasta final de mes y alcanzó más de 6 metros respecto al cauce habitual. Podemos contemplar unas fotografías que nos dan idea de lo que fué aquello para los parisinos. Se puede observar que la larga duración de la crecida necesitó de la construcción de pasarelas provisionales en las calles. Por supuesto que las barcas fueron de utilidad así como los carros tirados por caballerías, abundantes en aquella época.