El hombre solía buscar para sus asentamientos lugares de altura y próximos a corrientes de agua. La altura para poder vigilar bien los terrenos circundantes de cara a una mejor defensa y los rios para el abastecimiento de agua. A veces la altura suponía la construcción de viviendas al borde de los precipicios. Aquí podemos ver ejemplos de lo que decimos, son las conocidas como casas colgadas. El acceso se hace por un lado y en el opuesto se consiguen vistas espectaculares. En algunos casos las vemos en las montañas como en Cuenca y en otros en los acantilados al borde del mar como Santorini.