La carrera por superar el récord de altura en construcción de edificios parece que ha llegado a un punto difícil de superar. El Emirato de Dubai llevó a cabo entre los años 2004 y 2010 la construcción de la Torre Burj Khalifa. Esta torre de 163 plantas ha alcanzado la altura de 828 metros por lo que superó a la Torre Taipei 101 que tenía el récor anterior con 528 metros. Por lo tanto se ha dado un salto espectacular de 300 metros que será difícil superar. Esta torre tiene la particularidad de que sus 605 metros iniciales se han construido de hormigón cosa no habitual en los rascacielos que suelen ejecutarse de acero. Elevar el hormigón a esas alturas ha sido también un récord gracias a las nuevas tecnologías de bombeo de estos materiales. Los 223 metros superiores se construyeron en acero. Podemos ver fotografías exteriores de este imponente edificio asi como otras con sus acabados interiores.
VALORACIÓN
Desde diferentes puntos de vista, me parece una barbaridad realizar estas construcciones. Supongo que necesitan demostrar el poderío económico.
Antes se realizaban fantásticas obras, por la fé, el amor, etc., ahora parece que es para demostrar como se pueden derrochar los recursos.
Cuando sobra el dinero, se malgasta en lo que sea y si es para hacer ostentación, aquí tenemos una muestra.
Son los petrodólares que pagamos entre todos al llenar el depósito de nuestro automóvil.
Viendo la decoración de los interiores, se puede entender lo que es la ostentación.
He estado en Dubai hace 5 meses y es como Disneylandia. Se puede visitar durante unos días pero no no se puede vivir.
Me imagino que las habitaciones se irán asignando planta a planta, pues no creo que se llene el Hotel y sería un problema ir saltando plantas para preparar unas pocas habitaciones en cada una
El diseñador de interiores se ha lucido.
Hay una cosa que queda bien clara y es que el buen gusto y la elegancia no se consiguen con dinero.
Lo que más me gusta es el camello final, parece un ninot salido de alguna falla de Valencia: el Ninot indultat.
¡Cuánta razón llevas!
Además el mal gusto lo propiciamos nosotros pagando la gasolina al precio que nos marcan.