Contemplar la naturaleza animal en su estado puro puede ser muy gratificante y una forma de hacerlo es viajar al corazón de África. Para poder viajar a lugares en donde existen reservas naturales, suele recurrirse a la organización de los llamados safaris. Pero estos viajes suelen ser un negocio para sus organizadores y para ello rodean a los viajeros de lujos innecesarios para justificar los elevados costes de estos viajes. Viendo las imágenes de este safari que presentamos se puede entender lo que decimos. Son lugares paradisíacos para ser visitados pero se adornan de unas instalaciones que contrastan negativamente con el paisaje que las rodea. Esa piscina en medio de la selva, que sirve de atalaya para otear el horizonte animal, es evidente que está fuera de contexto y hasta puede decirse que es algo ridículo.
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