Hablamos hoy de un alimento muy especial con origen en la Axarquía malagueña. Se trata del AJOBLANCO, una sopa fría que técnicamente podría ser considerada como un gazpacho. Todos sus componentes de trituran en frio y en frio se consumen, siendo la base principal la almendra. Los restantes ingredientes son el ajo, el pan cateto, el aceite de oliva, el vinagre y la sal, además del agua. No puede ser más sencillo y sin embargo la sopa resultante es de lo más exquisito para el paladar. Este plato andaluz, junto con el gazpacho y el salmorejo, representan la cultura culinaria de Andalucía.