La artesanía es una actividad que suele ser considerada como preferible, frente a la producción industrial en cadena, aunque sus patrones de calidad sean más difíciles de comprobar. La gente prefiere una cerámica realizada por el alfarero que las hace una a una, frente a otra que sale en una larga serie producida por una máquina. Es cuestión de gustos y nada hay que objetar, aunque el precio suele ser más alto para el producto artesano. Lo que ya no es tan habitual es que se pueda construir un Puente sobre un Rio de forma artesanal. Es el caso del Puente de Q’eswachaka en Perú que es renovado periódicamente con la participación de los habitantes de la zona. Vemos en el vídeo el proceso completo de su fabricación aprendida y transmitida de generación en generación. Es evidente que el coste puede ser muy reducido si no se tienen en cuenta las horas empleadas por todos sus participantes, los cuales contribuyen con su trabajo, en razón a que van a ser los usuarios casi exclusivos de dicho Puente.
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