Si damos un paseo por el mundo y utilizamos sus carreteras, podemos comprobar la variedad tan grande que hay. El diseño de una carretera viene condicionado fundamentalmente por la topografía del lugar. Todos entienden que en un terreno llano, las carreteras se construyen con más facilidad que en un terreno montañoso. Ahora bien, el factor económico condiciona el trazado de la carretera de manera que, con pocos recursos económicos, las infraestructuras de viaductos y túneles brillan por su ausencia. Esta es la razón de ser de estos trazados de carreteras que vemos. Donde hay dinero vemos el nudo de Autopistas en Los Ángeles y donde no lo hay, contemplamos por ejemplo, la «ruta de la muerte» en Bolivia.