A mediados del siglo XV el Rey Felipe IV ordenó la construcción de una ermita dedicada a San Ildefonso en una zona boscosa a la que acudía con frecuencia a cazar. Fué ya en 1477 cuando los Reyes Católicos donaron la ermita a los monjes Jerónimos, quienes levantaron una granja junto a la ermita. De ahí el nombre actual de por el que es conocida esta población de Segovia, Granja de San Ildefonso. Pasados 200 años llegó al poder Felipe V, primer rey de la dinastía de los Borbones, quien solía ir a cazar a los montes de Valsaín, cercanos al lugar. Decidió construir un Palacio junto a la ermita como residencia de verano y con vistas a su retiro, pues pensaba abdicar en favor de su hijo Luis. Debido a sus influencias francesas, por ser nieto de Luis XIV, Rey de Francia y por haber vivido allí, decide llevar a cabo unos jardines según los patrones de Versalles. Quien haya estado en Versalles, podrá comprobar la similitud que tienen con aquellos los jardines de La Granja. Las numerosas estatuas ejecutadas en plomo y pintadas al estilo de las de Versalles, hacen recordar aquellos jardines. Las fuentes también llevan el sello de los artists franceses de la época.
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