En Sevilla existe una calle, llamada Susona, que antiguamente se llamó calle de la muerte por existir en la misma la imagen de una calavera. Todo ello es consecuencia de unos hechos ocurridos en la Edad Media que tuvo su origen en la colonia de judios ubicada en la ciudad y en concrero del judio converso D. Diego Susón. A Sevilla llegaron de Córdoba numerosos judios a partir del siglo XI cuando desapareció el califato cordobés. Se cuenta que tras una matanza de judios en Sevilla se produjo un movimiento que trataba de llevar a cabo un complot para controlar la ciudad estando al frente del mismo el banquero D. Diego Susón. Lo que ocurrió después es la historia que se cuenta en el documento que aportamos, en el que la hija de D. Diego, Susana Ben Susón, hermosa mujer enamorada de un caballero cristiano, le comunicó el complot que se estaba organizando y con ello delató a su padre. La consecuencia fué la muerte del padre y demás conspiradores. A partir de estos hechos se produjo la leyenda de le «fermosa Susona»
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