El subsuelo de Tókio alberga una fantástica infraestructura para la recogida de aguas pluviales. Existen cinco pozos de 32 m de diámetro y de 65 m de profundidad interconectados por 64 Km de túneles. Todo ello forma un colosal sistema de drenaje de aguas pluviales destinado a impedir la inundación de la ciudad durante la época de lluvias. Esta es la razón de que no se inunde la ciudad cuando pasa un tifón y ello gracias a esta inversión en infraestructuras.