El avance de la tecnología permite hoy en día la realización de obras excepcionales. Conjugar los avances de los materiales estructurales con los medios de puesta en obra, hace que se puedan llevar a cabo proyectos inauditos. En la Torre Incity de Lyon se ha colocado un mástil de acero de 50 metros de longitud y 26 toneladas de peso y para ello ha sido necesario contar con la colaboración de un helicóptero manejado con gran habilidad. Como se puede ver en el video, no solo hace falta pericia en el piloto sino también en los operarios que reciben los cables. Estos cables han tenido que ser calculados para soportar la cizalladura debida a los golpes que produce el montaje y el posible viento durante la operación. Un ingenioso sistema de guiado de los cables permite el encaje de los tramos y su posterior anclaje por el interior del tubo. Con este mástil, se consigue alcanzar una altura de 200 metros sobre el suelo, una de las más elevadas de Europa y la más alta de Lyon.
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